En la sociedad griega, el arte - y en especial el teatro- estaba al servicio de la polis y debía contribuir a la formación política y ciudadana del pueblo. El artista de entonces creaba para la comunidad; por lo tanto el artista como ciudadano no considera que pueda desarrollar sus aptitudes fuera de la polis; solo trabajara para ella.
El artista es productor de ideas y de belleza corpórea y espiritual, y esto es lo que la comunidad aprecia en sus obras. Idealismo, racionalismo y humanismo son las características distintivas del arte griego; en ellas se expresan las preocupaciones estéticas de los ciudadanos:
El idealismo del arte griego, por su sentido formativo y aspiraciones sublimes, trataba de elevarse sobre el mundo material y alcanzar un estrato superior, cercano a la perfección, tratando de trascender las limitaciones físicas y acercarse a una imagen mental, a un ideal. Es en esta búsqueda de un modelo supremo que los escultores griegos se avocaron a la creación de un canon o medida proporcional que permitiera, a partir de un modulo de dimensiones de una parte del cuerpo, normar el tamaño de las figuras y hacerlas anatómicamente perfectas, tanto del hombre como de la mujer.
El racionalismo. La vida en Grecia se regia por sólidos principios éticos (valor, justicia, temperancia) y un enorme amor a la sabiduría a la cual se ascendía por el libre ejercicio de las facultades del hombre, es decir, por la filosofía. Esta fe en la razón otorgo al arte una lógica intima que le llevo a erigirse en el patrón clásico de todas las épocas por su simetría, proporción y unidad basada en la interrelación de las partes entre si y con el todo. Basta con observar las partes integrantes de los órdenes arquitectónicos para captar como se relacionaban de manera concordante las distintas partes que la conforman.
Humanismo. Portadoras, famoso sofista griego afirmaba que “el hombre es la medida de todas las cosa”; de aquí se desprende el humanismo, el cual conduce a los griegos a concebir a sus dioses físicamente perfectos e inmortales, pero humanos en sus formas y reacciones.
TEATRO
Otro ingrediente fundamental del arte griego lo ocupa el teatro. Ciertamente todos los ciudadanos fomentaban las artes, y el estado democrático se convirtió en protector de las mismas, sin embargo en el caso de las tragedias es particular, consientes del papel que jugaba entre la población la utilizaban para ejercer un equilibrio psíquico de los individuos pues ejercía una función catártica al servir como catalizador de las presiones interiores.
ESCULTURA.
Los grandes escultores de la primer mitad los siglo V a. C fueron Mirón y Policleto, el “DISCÓBOLO” de este último, revela ya el pleno dominio de la forma y el movimiento; a mediados de ese siglo aparece Fidias autor de los Mármoles del Partenón.
Con esculturas como “Hermes y Dionisos niño, el “Apolo de la Lagartija2, el “Ares Ludovisis” y el “Mausoleo de Halicarnaso”, se afianzo la maestría de la forma y la superior habilidad para reproducir en el mármol o en el bronce, hasta en sus menores detalles, toda la belleza del cuerpo humano masculino y femenino, producidas por Praxiteles, Lisipo y Scopa de Poaros.
PINTURA
Desgraciadamente no quedan vestigios de la pintura griega, solo tenemos el referente que se inicio como pintura en cerámica, los ceramistas de esa época lograron dar, en sus dibujos coloreados, la impresión del contraste de luces y sombras, valiéndose del diferente espesor de los colorantes que aplicaban. También el arte del mosaico tuvo gran importancia ya que se usaba para decorar muros y pisos.
ARQUITECTURA.
La arquitectura griega encontró su máxima expresión en los templos, edificios que podían ser de planta rectangular o circular, con columnas alrededor. Dentro se colocaba la imagen de dios o diosa a quien estaba dedicada.
Un rasgo muy importante de su arquitectura es su perfecta armonía con elementos escultóricos realizados en relieves en los frisos y frontones de los templos. Son un ejemplo de esa armonía la obra de Fidias el “Partenón” localizado en la Acrópolis.